Cuando los gobernantes se dedican a exaltar el mal, a propagar el error, a saquear los bienes morales que constituyen la principal riqueza de un pueblo, es natural que acaben organizándose como bandas de ladrones, mientras el pueblo chapotea en la sentina de los vicios. Juan Manuel de Prada
martes, 23 de octubre de 2018
“El discurso macrista es la continuidad política de los gobiernos militares”
por Carlos Tórtora
Julio Bárbaro habló con el IP y éste fue el diálogo:
¿Qué saldo dejan los actos del 17 de octubre?
Yo estuve en el acto de Tucumán y allí hubo una línea divisoria marcada. Se notó el retroceso del kirchnerismo de José Alperovich y también del PRO. Lo que está creciendo, en cambio, es el peronismo del norte, que tiene raíces culturales profundas, y el PJ histórico, al que se lo conoce por Peronismo Federal.
En definitiva, hay un peronismo regional que se entronca con América Latina en la línea histórica del ABC de Perón, que contrasta con la confrontación con Brasil y Chile que plantearon las derechas en Argentina.
¿Y los demás actos peronistas?
Hubo otros actos que reflejan el recuerdo de la izquierda y son una recuperación de los 70. La guerrilla y sus continuadores no entendieron nunca el proceso histórico. ¿Qué tiene que ver el PJ con Página 12? El peronismo siempre se ubicó en el centro, lejos de la decadencia de los Castro y de Venezuela. Recordemos que Perón se enfrentó con John William Cooke por la cuestión cubana.
¿Cómo sigue el proceso peronista?
La realidad es que el acto del 17 tuvo éxito porque el gobierno está sumergido en su fracaso. Basta con ver la pobreza del discurso presidencial en IDEA en un clima frío, aunque suponíamos que el ambiente empresario era el ideal para Macri. Pero resulta ser que el gobierno, lejos de representar al sector empresario, termina no representando a nadie. En parte esto se debe a la postura errada de Durán Barba. Éste mantiene una visión agnóstica e internacionalista cuando el mundo va girando hacia los valores religiosos y el nacionalismo.
¿Cómo influirá Bolsonaro en la realidad local?
Bolsonaro sí va a influir acá y expresa la caída de un progresismo que no se conecta con la sociedad real. En Argentina vimos las señales de la crisis progresista recientemente con el fracaso en el Congreso del aborto libre, seguro y gratuito. Ya hay un cambio en la actitud de la gente hacia el pensamiento progresista. En este contexto Bolsonaro importa y mucho.
Macri hace lo contrario al líder brasileño y no se pone por encima del empresariado. Se olvida de que su obligación es evitar que los ricos avancen sobre los pobres. En las condiciones actuales este gobierno no soporta un ballotage.
¿El antiperonismo como idea fuerza es el recurso de Macri para aglutinar los votos?
Un problema serio de Macri es que se apoya en la destrucción de su oponente político pero no plantea nada positivo. El discurso macrista es la continuidad política de los gobiernos militares. O sea que para el oficialismo lo importante es la devaluación del peronismo sin que surjan propuestas superadoras de ningún tipo. Esta crítica destructiva del peronismo lo que transmite en el fondo es una considerable impotencia.
¿Cree que la Iglesia se está identificando con el moyanismo?
No. Creo que la Iglesia se va a mantener en su rol de estructura religiosa. La existencia de un sindicalismo alineado con la Iglesia tiene un antecedente conocido como fue la prédica de Víctor de Genaro y Carlos Custer. Este sindicalismo es ante todo testimonial y la política es fundamentalmente racional.
¿Cree que Macri dará un paso al costado?
Debería darlo, porque se fue quedando sin representatividad y la poca que le queda puede licuarse en los próximos meses. El gesto de grandeza de Macri que tal vez pueda servirle para recuperar su imagen política -y esto no es fácil- es dar un paso al costado.
De más está decir que si no ganara las elecciones otro candidato del PRO, Vidal o Rodríguez Larreta, Macri perdería su influencia. ¿Podría entonces preferir que gane el peronismo?
Sí, efectivamente. Alfonsín no quería que ganara Angeloz y Menem no quería que ganara Duhalde. Una excepción a esta tendencia fue De la Sota, que sí trabajó para que ganara la gobernación su aliado Schiaretti. También hay que analizar los candidatos a reemplazarlo. Rodríguez Larreta es un experto en pavimentaciones y arreglos de veredas, o sea un ejecutor pero no un político. No es el caso de Vidal, que sí tiene un proyecto político propio y está por encima de la línea gerencial del PRO.
InformadorPúblico.com • 23/10/2018 •
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario