¿Reconocer los abusos de España en América? Que se reconozcan también los aportes: damos una lista
Actores en una recreación histórica en San Agustín de la Florida... representando la llegada de Menéndez de Avilés
Se van a cumplir 500 años desde que Hernán Cortés llegó a lo que hoy es territorio mexicano y el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, que es nieto de español y no tiene sangre ni apellidos indios, lo ha querido celebrar enviando una peculiar carta al Rey de España y al papa Francisco el pasado 1 de marzo reclamando que se "reconozca y pida perdón" por los abusos cometidos por los españoles en la conquista de México.
La Iglesia denunció los abusos desde el siglo XVI
Los abusos de algunos españoles contra los indios los reconoció y denunció la Iglesia ya desde el sermón de fray Antonio Montesinos en la Hispaniola en 1511, que despertó todo un debate ético y jurídico en España.
Estatua sobre "el grito de Montesinos": su sermón de 1511 es un hito en los derechos humanos internacionales
Juan Pablo II, en la misma isla, pero en 1992, en su homilía al celebrar los 500 años de evangelización en América, recordaba también cómo el arzobispo de Lima "Santo Toribio de Mogrovejo (1538-1606), patrono del Episcopado Latinoamericano, se declara profundamente dolido porque “no sólo en tiempos pasados se les ha hecho a estos pobres indios tantos agravios y con tanto exceso, sino que también en el día de hoy muchos procuran hacer lo mismo”".
La Corona española creó leyes para proteger a los indios desde Isabel
Por otra parte, la preocupación de España por tratar a los indios como súbditos, con respeto a sus bienes y dignidad la establece ya la Reina Isabel la Católica (por contraste, los monarcas ingleses no dedicaron ni una línea al tema de los derechos de los indios ni su estatus incluso más de un siglo después, como analizamos aquí). Isabel de Castilla, en su testamento de 1504 pide a sus sucesores "que no consientan que los indios sufran agravios en sus personas y bienes, que sean bien y justamente tratados" y que si los indios han recibido algún agravio, que los Reyes "lo remedien y provean".
Isabel la Católica exige e insiste en su testamento: que se proteja y respete a los indios; de ahí surgirá el cuerpo de Leyes de Indias en distintas oleadas
A partir de esas directrices de Isabel en 1504, España generará todo un cuerpo de leyes buscando proteger a los indios y extender la fe. Las Leyes de Burgos de 1512 fueron las primeras; después, Carlos V, tras largas controversias y debates, promulgó las Leyes Nuevas, en 1542, que ponían a los indígenas bajo la protección de la Corona. Las controversias jurídicas siguieron, generando más normas, que llevarían en 1680 a una recopilación de Leyes de las Indias (que incluían cosas como el domingo festivo, los horarios laborales, la exención de pagar el diezmo que sí pagaban los españoles y muchas cosas más). Ninguna otra potencia europea hizo nada similar.
La hispanista Elvira Roca Barea, autora del superventas de divulgación histórica Imperiofobia y leyenda negra (Siruela) explicaba en El Confidencial que "sacar del armario al demonio español es un mecanismo de distracción que las élites hispanoamericanas, como aquella a la que pertenece Obrador, tienen por costumbre activar cada cierto tiempo y que obedece al hecho evidente de que han sido una calamidad gobernando sus países. Es un sistema demagógico que es eficaz... cinco minutos".
Los conquistadores eran guerreros rudos y aventureros...
pero la presencia española fue mucho más que los conquistadores
Por su parte, Óscar Shibayama, coordinador de la comisión política del Parlamento Nacional Indígena en México ha declarado al diario El Mundo: "Nunca se nos consultó, ni se contó con nosotros para el envío de estas cartas". Los líderes indígenas de México piden más bien a López Obrador que cumple sus promesas sobre temas sociales y económicos.
Elvira Roca Barea añade: "500 años después perdón por aquello es como si nosotros le reclamáramos ahora a Italia el perdón por las conquistas de Escipión el Africano. ¿Dónde se para el perdón? Porque 300 años antes de los españoles, fueron los aztecas los que llegaron al valle de México y conquistaron e impusieron su ley, y no eran precisamente hermanitas de la caridad. Cuando los pueblos que vivían bajo el yugo azteca se levantaron contra ellos, es porque fáciles de soportar desde luego no eran. Todavía hay más de un millón de hablantes de náhuatl descendientes de los aztecas en México. ¿Tienen que pedir perdón también ellos?"
Los aztecas realizaban frecuentes sacrificios humanos, pero muchos otros pueblos americanos recurrían a ellos, aunque con menos frecuencia
Aunque hubiera abusos (con o sin españoles) ¿qué aportó España?
En las 14 generaciones de gobierno español en América, en los cuatro siglos de 1492 a 1898, pasaron muchas cosas en la América Hispana, con todo tipo de abusos y corrupciones, pero las preguntas a realizar son:
- ¿más o menos opresión y violencia que en la España o Europa de la época?;
- ¿más o menos opresión y violencia que en las culturas paganas de la época?
- ¿más o menos opresión y violencia que en las zonas de América bajo otras potencias europeas?
Es difícil hacer una valoración breve de la presencia española en América: cuatro siglos, desde los fuertes en Alaska y Dakota hasta la Patagonia, de islas perdidas en el Caribe a montañas peruanas a 5.000 metros de altura, muchos millones de hombres, vidas en en lengua española y en muchas lenguas americanas.
¿Qué aportó España a América? Recuperamos aquí lo que ya dijimos en una ocasión anterior en ReL.
Lugares de la presencia española en América
Durante casi 4 siglos, mientras Europa se desangraba en guerras infinitas, la América Hispana, una vez pacificada, apenas vió guerras, ni siquiera civiles.
Es cierto que hubo batallas siempre en la frontera apache y en la frontera con los araucanos; también había piratas y guerras en zonas costeras contra ingleses o franceses(y sus indios aliados). Y está la asombrosa batalla de Mbororé (1641), de indios "protegidos" por el rey de España, armados y entrenados por jesuitas, venciendo a un ejército de esclavistas brasileños. Pero en ciudades de interior como Lima o Asunción la paz fue continua durante siglos (mientras que en España las guerras eran frecuentes, y las naciones indias independientes guerreaban sin cesar entre sí).
En cambio, en cuanto llegó la independencia, en el siglo XIX, las naciones hermanas hispanoamericanas emprendieron largas series de guerras entre ellas, entre vecinos que hablaban la misma lengua y tenían la misma religión y similar historia.
Además, pueblos enteros de indios que habían sido protegidos durante siglos por la Corona española fueron exterminados por las nuevas repúblicas independientes.
Si hay trasferencia de tecnología, se civiliza
Al contrario que algunas fuerzas coloniales que solo buscaban saquear recursos, los españoles levantaban ciudades, estructuras y aportaban tecnología en beneficio de todos.
Hay que tener en cuenta que en la América precolombina no había monturas, casi no había animales de carga (excepto en los Andes, que usaban llamas y alpacas) ni tampoco herramientas básicas como la rueda o la polea. El trabajo caía enseguida sobre las espaldas de porteadores, esclavos o semiesclavos.
Incluso Wikipedia es capaz de hacer un repaso sencillo de cosas útiles para una civilización:
- Nuevos cultivos útiles para la alimentación: vid, olivos, legumbres, arroz, frutos secos, trigo, cítricos (limón, naranjas), manzanas, peras, melocotones, higos, plátanos, caña de azúcar...
- Ganadería: ovejas y vacas, desconocidas en el continente
- El caballo, que revolucionó la comunicación y las culturas americanas; otras monturas como el burro, la mula, incluso el humilde asno, significaron un avance real
- Materias útiles como lino, cáñamo, sebo y alquitrán
- Soluciones mecánicas que lo cambiaban todo como la rueda y la polea
- La noria para regar y moler y el arado para sembrar
- el hierro y la metalurgia toledana, de lo más moderno de Europa
- las técnicas cerámicas valencianas (para vajillas y azulejos)
- la pólvora
- el papel y la imprenta y la misma escritura, desconocida por muchas culturas americanas
- el reloj mecánico, para ordenar las horas
- la navegación marítima: astilleros, barcos, instrumentos de navegación...
- la cartografía, el conocimiento geográfico de un mundo nuevo y enorme
- técnicas modernas de minería
- técnicas hidráulicas: embalses y acueductos, regadíos... es famoso el "Sistema hidráulico del acueducto del Padre Tembleque" en México (del s.XVI, Patrimonio de la Humanidad)
- el molino de agua
- el sistema financiero: dinero, la moneda, la banca, las letras de cambio, sociedades mercantiles, etc...
- tapices y marroquinería, repujado, damasquinado, esmaltería, azabachería, etc...
- la industria del vidrio (y las vidrieras)
- pintura y música al estilo español... que dio origen a estilos propios hispanoamericanos
- ingeniería civil eficaz: las culturas precolombinas desconocían el arco, solo tenían puentes de cuerda; los españoles llenaron América de puentes, carreteras, calzadas, canales... el Camino Real de México a Santa Fe, de 2.500 kilómetros, es Patrimonio de la Humanidad
- el contacto con Asia, con el galeón anual que conectaba México con Filipinas
- el contacto entre productos y culturas americanas: unos tenían maíz, otros cacao, otros tabaco; pero fue solo el comercio hispánico el que hizo que estos productos americanos se extendieran con eficaz por América (patata, cacahuete, aguacate, vainilla, tomate, caucho, etc...)
Recreación histórica de una ceremonia en la Misión Santa Bárbara en California en el siglo XVIII
Los españoles aportaron a América la urbanística planificada, que originó ciudades Patrimonio de la Humanidad como Potosí y Sucre, en Bolivia; Cartagena de Indias y centro histórico de Santa Cruz de Mompox, en Colombia; ciudad vieja de La Habana y sus fortificaciones, Trinidad, centro histórico de Cienfuegos, centro histórico de Camagüey, en Cuba; Viejo San Juan, en Puerto Rico; centros históricos de Quito y Cuenca, en Ecuador; centros históricos de México, Oaxaca, Puebla, San Miguel de Allende, Guanajuato, Morelia, Zacatecas y Campeche, en México; distrito histórico de Panamá; centros históricos de Cuzco, Lima y Arequipa, en Perú; Antigua Guatemala, en Guatemala; Coro, en Venezuela, y otras muchas ciudades coloniales construidas por los españoles y que hoy son candidatas a figurar en la lista de la Unesco: Salta, en Argentina; Villa de Leyva, en Colombia, etc.
conquistadores
Los hospitales españoles
España llenó de hospitales América, y es una verdad histórica. En ellos se curaban blancos y negros, indios y mulatos.
Ya en 1503 Isabel la Católica prescribe al gobernador Ovando de Cuba que "haga en las poblaciones donde él viera que fuera más necesario casa para hospitales en que se acojan y curen los pobres, así de los cristianos como de los indios." En 1509, en la isla de La Española, ya funcionaban los hospitales de San Nicolás de Bari, de San Buenaventura y de Concepción de la Vega. Y en Nueva España, Hernán Cortés, en 1521, fundó y financió la construcción del hoy llamado Hospital de Jesús, que todavía está en pie y funcionando.
Después, los españoles construyeron en ese mismo virreinato los hospitales de San Lázaro (1521), dedicado a los leprosos, el de San Juan de Letrán (1540), el Real de Nuestra Señora del Rosario (1562), el de la Caridad del Nombre de Dios (1562), el de la Santa Veracruz (1575), el de Nuestra Señora de Monserrat (1580), el Real de El Nombre de Jesús (1580), el de San Bartolomé (1582), el de San Juan de Dios (1582), y otros. Donde se fundaban ciudades y monasterios aparecían hospitales.
Las universidades...¡también para indios!
En las colonias inglesas en Norteamérica, la primera universidad fue la Universidad de Harvard que se fundó en 1636, y la segunda la de Pensilvania en 1765 como escuela médica.
Antes de que se fundara Harvard, la América hispana ya contaba con 13 universidades: en Santo Domingo (La Española, 1538), Lima (Perú, 1551), México (1551), Santiago (1558, en La Española), Bogotá (Colombia, 1580), Quito (1586), Pontificia de Lima (1608), Córdoba (Argentina, 1613), Santiago de Chile (1619), San Miguel de Chile (1621), la Pontificia (jesuita) de Bogotá (1621), la jesuita de Quito (1622) y la de Sucre (Bolivia, 1624)...
A las universidades y a los distintos tipos de colegios de estudios superiores podían acudir indios. A la de México, en el siglo XVII, de hecho, acudían incluso filipinos considerados "indios japones libres vasallos de Su Majestad", como reclamaba el estudiante filipino Manuel de Santa Fe. Un estudio ("Los indios, el sacerdocio y la Universidad en Nueva España, siglos XVI-XVIII") cuenta 134 indios realizando estudios superiores en el siglo XVIII en México: en el seminario, en los 7 colegios universitarios de Puebla, en los 3 centros de los jesuitas en Oaxaca y en la Universidad.
Una ordenanza mexicana de 1697 ordenaba que una cuarta parte de las becas para estudiantes se dedicase a indios, hijos de caciques, "que sepan lengua mexica, otomí o mazahua". Muchos indios de familia noble (la nobleza tlaxcalteca y otras noblezas nativas se mantuvieron y respetaron hasta la independencia) estudiaban en los seminarios, no para ser sacerdotes -excepto algún caso-, pero sí para ser líderes locales y funcionarios de diverso grado en sus regiones.
Una escena que recrea un detalle de la expedición de Anza de 1776, buscando una ruta terrestre de México a California
Los jefes indios escribían al Rey con quejas... y el rey respondía
El noble tlaxcalteca Julián Cirilo Castilla Aquihualcteuhtle escribe al rey y a las autoridades con un plan para un colegio solo para indios en 1753 (que no llegó a cristalizar, pero se debatió).
Llegará a haber colegios para señoritas indias, como el Real Colegio de Indias Doncellas de Nuestra Señora de Guadalupe. Su patrocinadora, la india noble Anna Ventura Gómez, en 1790 escribe quejándose al Rey porque la rectora ha permitido ingresar en el Colegio a una española.
Era común que todo tipo de caciques indios escribieran con quejas al Rey en España... y el Rey a veces contestaba. Don Patricio de Hinachuba, jefe indio en las misiones de los Apalaches, en Florida, que hablaba bien español, había escrito una carta al rey en 1699 denunciando ciertos abusos y el rey respondió en 1700 con órdenes para las autoridades civiles: "Deseo grandemente que estos pobres caciques y nativos sean bien tratados y que los ayudéis, protejáis y defendáis, como es vuestro deber y he ordenado en repetidas cédulas". Cinco años después, los ingleses destruían a sangre y fuego estas comunidades. No constan muchos casos de jefes indios o africanos escribiendo a las ciudades holandesas ni al rey de Inglaterra con reivindicaciones: simplemente, otras potencias europeas no los consideraban súbditos.
Intentos de utopía
Tata Vasco de Quiroga en Michoacán con sus pueblos hospital, los jesuitas con sus reducciones en el Paraguay, los franciscanos con las misiones de California y Apalaches... inspirados por la literatura utópica del siglo XVI, los religiosos intentaban crear pueblos de indios fuera de la influencia nefasta del hombre blanco y sus ciudades, su alcohol y su ambición.
Establecían horarios razonables, de 8 horas laborales al día, con numerosos descansos en festivos de santos, Semana Santa, domingos, Navidad... y días "de libre disposición", que podían usarse para salir de la misión e ir a cazar, pescar, ver parientes lejanos.... Las misiones jesuitas funcionaron bien, las franciscanas no, por multitud de factores.
Las misiones no producían "para los misioneros" sino que producían para la misión y los misionados: eran cooperativas y colectivos, aunque con propiedades familiares, además de las comunales. El libro de James A. Sandos "Converting California" dice que es injusto comparar las misiones españolas con las plantaciones francesas del Caribe o los estados del sur de EEUU. Esas plantaciones buscaban enriquecer a sus dueños, mientras que las misiones españolas buscaban alimentar y sostener a sus habitantes.
"El propósito de una misión era organizar una comunidad religiosa aislada que pudiera nutrirse a sí misma física y espiritualmente. El excedente de producción se usaba para alimentar a otras misiones, presidios y pueblos. El ánimo de lucro no se consideraba, al contrario que en las plantaciones, donde era la razón de su existencia", afirma Sandos.
Recreación histórica de un grupo de soldados del Batallón de Voluntarios Catalanes de 1780 en la frontera de Texas, durante la Guerra de Independencia Americana
La esclavitud de indios, prohibida
Ya Isabel la Católica prohibió esclavizar indios: solo se admitían los casos de cautivos por guerras. Un indio cristiano nunca podía ser esclavo. Se daban casos de barcos españoles que atrapaban barcos franceses en guerra, con indios esclavos de los franceses, y debían ponerlos en libertad.
A veces empresarios sin escrúpulos raptaban indios para hacerlos trabajar como esclavos. Cuando las autoridades provinciales se enteraban lo castigaban y liberaban a los indios (al contrario que muchas autoridades municipales, que solían estar sobornadas, corruptas o implicadas en el crimen y no eran de fiar en este sentido).
A mitad del siglo XVI las órdenes religiosas convencieron al Rey de que los indios no debían pagar diezmo para el sostenimiento de la Iglesia, algo que los españoles pagaban sistemáticamente desde el siglo XIII.
Los esclavos negros fugados de territorios enemigos podían convertirse en súbditos libres españoles si se bautizaban católicos. En Florida apareció en el siglo XVIII el Fuerte Mosé, un fuerte de soldados negros y sus familias, mujeres e hijos, con capitán negro y capellán franciscano, muchos nacidos en África y fugados de las plantaciones inglesas, libres y autogobernados como súbditos españoles. Había negros libres en muchas ciudades hispanoamericanas, muchos de ellos por haber participado en el ejército o las milicias locales.
Recreación de soldados negros de Fuerte Mosé, en Florida; Fuerte Mosé era una población negra libre legal, autogobernada, de súbditos españoles; en la América de lengua inglesa no hubo nada parecido hasta el siglo XIX.
Cambios sociales e imperio de la ley
En muchas culturas indias, antes de llegar los españoles, los jefes podían matar a sus súbditos sin causa alguna, o pagando multas menores. Muchos hombres podían matar a sus mujeres (de las cuales podía tener varias, a las que trataban de forma distinta, unas preferidas, otras casi esclavas) o a sus bebés e hijos.
Las indias chumash en California tenían la costumbre de abortar su primer bebé pensando que eso les haría más fértiles para otros partos (obviamente, la realidad era la contraria: unas morían y otras quedaban estériles). Muchas culturas practicaban el infanticidio por distintas razones.
Los españoles establecieron leyes que no trataban a todos igual, pero que no dejaban los crímenes sin juzgar y castigaban los homicidios. Había tribunales y audiencias para presentar denuncias y recursos. La justicia española podía ser lenta, farragosa y llena de papeleo... en parte, porque intentaba tomar en serio cada caso.
El noble guerrero de Tlaxcala, Acxotécatl, reconocido como aliado de los españoles contra los aztecas, mató a su hijo de 13 años, el niño mártir San Cristóbal de Tlaxcala, por hacerse cristiano, y también a la madre de él (una de sus mujeres) por intentar defenderlo. En la cultura pagana quizá habría quedado impune, en la española un hombre que mata a su mujer e hijo debe ser juzgado y castigado.
La vida de los niños, la de los ancianos, la de los enfermos, los bebés, incluso los esclavos... todas las vidas estaban protegidas por la ley en la América Hispana, con todos los abusos y las ineficacias procesales y corruptelas que se quiera señalar. Pero se acabó con la idea de que es correcto que cualquier fuerte podía matar a un débil, enfermo o niño. Es el tipo de cambio social que podemos llamar civilizar.
Una comparativa de la tecnología transferida, el tipo de leyes y sociedades creadas, la limitación de la guerra y la violencia, la mejora en alimentación y comunicaciones, las libertades, la protección de los débiles, la educación y formación, los avances sanitarios y médicos... todo esto dará un balance positivo a cualquier visión global de la presencia española en América.
/ReL 27 marzo 2019
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