La Corte Suprema de Filipinas rechazó por segunda vez y de manera definitiva una demanda presentada en el 2019 para redefinir el concepto de matrimonio, establecido como la unión entre un hombre y una mujer, e incluir a parejas del mismo sexo.
La Corte desestimó la demanda por primera vez el 3 septiembre de 2019 al señalar que el solicitante no tenía base jurídica; específicamente porque no tenía pareja y no podía alegar que es víctima de las leyes actuales, y porque no buscaba un matrimonio entre personas del mismo sexo.
La Agencia de Noticias de Filipinas (PNA, por sus siglas en inglés) informó que a través de un decreto del 6 de enero del 2020, la Corte Suprema dijo que la moción de reconsideración fue “denegada con carácter definitivo” y que “no se admitirán más alegatos o mociones”.
La Corte indicó que “no se presentaron argumentos sustanciales para justificar la revocación de la decisión cuestionada”.
La demanda, que buscaba que se declarasen inconstitucionales los artículos 1 y 2 del Código de Familia, fue presentada en 2015 por el abogado y presentador radial de 33 años Jesus Nicardo M. Falcis III y la Iglesia Cristiana LGBTS Inc (LGBTS Christian Church Inc.).
Falcis buscó desafiar las disposiciones del Código de Familia del país que definen el matrimonio como una “unión permanente entre un hombre y una mujer”. También desafió las cláusulas que declaran la homosexualidad como motivos para la separación legal y que ocultar la homosexualidad en el momento del matrimonio es un acto de fraude que constituye motivo de anulación.
Según CNN, Falcis dijo que “decidió usar la herramienta de litigio, porque ha tenido éxito en otros países, como Estados Unidos, para legalizar el matrimonio homosexual”.
Sin embargo, la Corte Suprema rechazó por unanimidad la demanda en septiembre, diciendo que carecía de legitimidad legal.
La Corte reconoció que las personas que se autoperciben como LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) en Filipinas han sufrido discriminación en el pasado y que la Constitución no prohíbe explícitamente el matrimonio entre personas del mismo sexo. Sin embargo, dijo que las preguntas sobre la definición del matrimonio deberían ser manejadas por la legislatura.
“La adjudicación asegura los argumentos entre las partes con respecto a la existencia e interpretación de las libertades fundamentales. Por otro lado, la legislación idealmente permite la deliberación democrática sobre las diversas formas de asegurar esos derechos fundamentales”, dijo la Corte, según la Agencia de Noticias de Filipinas.
Agregó que “a menudo, la razón pública debe formarse primero a través del crisol de campañas y actividades de promoción dentro de nuestros foros políticos antes de que se agudice para un decreto judicial”.
El fallo de la Corte Suprema en septiembre de 2019 fue destacado por los obispos filipinos.
“Con la decisión de no legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, nuestros jueces afirmaron lo que es correcto, reiterando la forma natural y ética del matrimonio. El rechazo a los matrimonios entre personas del mismo sexo refuerza la santidad del matrimonio y la estabilidad de la familia en Filipinas”, afirmó al respecto el Obispo de Balangaen, Mons. Ruperto Santos.
Obispo de Sorsogon, Mons. Arturo Bastes, describió el intento de aprobar las uniones homosexuales como “inmoral” y alabó la decisión de la Corte Suprema que defendió así “la verdadera naturaleza del matrimonio”.
Por su parte el Obispo Auxiliar de Manila, Mons. Broderick Pabillo, calificó el fallo del tribunal como “un desarrollo favorable para el país” y dijo que si el asunto llega al Congreso “espero que los legisladores opten por fortalecer las familias en lugar de debilitarlas”.
6 de enero de 2020 7:40 pm Redacción ACI Prensa
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