Entrevista a Francisco José Contreras
Es un libro de lectura obligada. Francisco José Contreras y Diego Poole explican en "Nueva izquierda y cristianismo" (Ed. Encuentro), con prólogo de Jaime Mayor Oreja, cómo la izquierda abandona el socialismo y su lucha por reformar el capitalismo para intentar transformar la sociedad a través de los íconos de la revolución del 68: ingeniería social, feminismo, homosexualismo, aborto...
- ¿Cómo surgió la idea del libro?
- El libro es un intento de contextualizar histórica y filosóficamente la política de “ingeniería social” desplegada por el gobierno de Zapatero a partir de 2004: matrimonio gay, ampliación del aborto, Educación para la Ciudadanía, etc. Frente a la interpretación habitual en el PP (según la cual todas esas medidas no eran más que “cortinas de humo para distraer la atención de la situación económica”), nosotros pensábamos que, por el contrario, la esencia de la “nueva izquierda” radica precisamente en este tipo de políticas.
- ¿En qué sentido era “nueva” la izquierda representada por Zapatero?
- Lo que había definido tradicionalmente a la izquierda era la pretensión de sustituir el capitalismo por el socialismo. A partir de mediados del siglo XX, los partidos social-demócratas renunciaron de hecho a destruir el capitalismo, pero sí aspiraban a reformarlo profundamente a través de una fuerte intervención redistributiva del Estado (“socialismo a la sueca”).
Ahora bien, tanto el socialismo maximalista a la soviética como el moderado a la escandinava han fracasado (Suecia, la gran referencia, tras rozar la bancarrota en 1993, tuvo que emprender reformas liberales … ¡y ahora está implantando el cheque escolar!). La izquierda ha perdido la batalla de los modelos económicos … pero no por eso se ha rendido, sino que ha transferido su proyecto revolucionario al espacio privado, al terreno de las costumbres. Ya no aspira a subvertir las relaciones de producción, sino la bioética, la educación y el modelo de familia.
- ¿La izquierda ya no es socialista, entonces?
- No, es evidente que la izquierda ya no es socialista. En el libro, hablamos de “izquierda postsocialista” o “izquierda sesentayochista”. Porque las nuevas señas de identidad de la izquierda están relacionadas con ideas del 68: revolución sexual, (ultra)feminismo, ecologismo, pacifismo, abortismo, relativismo cultural …
- ¿Ha entendido la derecha esta mutación?
- Hay que distinguir entre Europa y EEUU. En EEUU se reaccionó a partir de finales de los 70 a la “revolución cultural” de los 60: surgió un verdadero movimiento conservador (primero en el terreno intelectual, pero después también en el político, pues el Partido Republicano, a partir de Reagan, se atrevió a plantar cara a la izquierda en lo cultural). En Europa, la derecha política está acomplejada frente a la izquierda, resignada a la hegemonía cultural de la izquierda. La derecha, en Europa, sigue actuando como si lo fundamental fuese la economía. En bioética, familia o educación, la derecha carece de un modelo propio: se limita a ir acatando, con cierto retraso, lo que inventa la izquierda.
- ¿Por qué parece resurgir el anticlericalismo de la izquierda en los últimos tiempos?
- Porque esta nueva izquierda ve en la Iglesia el último bastión de resistencia organizada frente a su revolución cultural. En Europa, la Iglesia es casi la única en seguir rechazando el aborto, la eutanasia, la redefinición de la familia (entendida por la nueva izquierda como un “grupo de personas que se quieren”, sin que importe su número, su sexo o su duración) … En EEUU existe un movimiento conservador que lucha también contra estas cosas; pero en Europa la Iglesia está casi sola.
- ¿Existe resistencia en España a la ingeniería social neoizquierdista?
- Durante la primera legislatura de Zapatero, hubo una respuesta social muy significativa. Se produjeron manifestaciones masivas contra la ampliación del aborto, el matrimonio gay, las reformas educativas … Ha existido un movimiento de objeción de conciencia a la EpC. Han surgido plataformas muy interesantes, como Hazte Oir, Foro de la Familia o Profesionales por la Ética. Ahí puede haber el embrión de un movimiento conservador similar al norteamericano. El problema es que, en España, la derecha política no quiere mezclarse en esas batallas. La derecha política mira con desconfianza a la derecha social-cultural. Como si se avergonzara de su electorado natural.
- ¿Cómo explicar, entonces, que Mayor Oreja haya prologado su libro?
- Jaime Mayor es uno de los pocos políticos europeos que ha entendido la relevancia de esta batalla cultural. Ha trabajado duramente en el Parlamento Europeo por nuclear un frente de resistencia a la ingeniería social progre. ¡Ojalá cundiera su ejemplo en el PP!
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