Por: Darío H. Schueri
Breve glosario para tratar de entender por qué fracasó la sesión del jueves pasado en la Cámara de Diputados que debía tratar – con despachos de Comisiones – el dictamen de la reforma tributaria.
El peronismo santafesino tiene un problema espasmódicamente irresuelto desde el 10 de Diciembre del 2011: tiene mayoría opositora en ambas Cámaras. Y no sabe que hacer con ella.
El incierto debut de la boleta única permitió que la ciudadanía elija a sus representantes de manera químicamente pura, que sin oportunos arrastres de liderazgos, llevó al asombroso triunfo de la lista de diputados peronistas encabezada por una “compañera no afiliada”: María Eugenia Bielsa, generando la primera discusión: ¿respetaba esa elección el espíritu de los Constituyentes reformistas de 1962 que le otorgaron mayoría automática con 28 escaños al Partido vencedor, en este caso el FPCyS?.
Por estas tumultuosas horas de la reforma tributaria que muestra al peronismo en un calamitoso estado de libanización (quizás hubiese ocurrido lo mismo si gobernase el peronismo y el FPCyS tuviera mayoría en Diputados), recrudece el debate puesto sobre la mesa hace tan solo diez días por el diputado radical Santiago Mascheroni: enmendar la boleta única para que – aunque sea por inducción – el Partido que ganare el Poder Ejecutivo pudiese obtener la mayoría en Diputados. Caso contrario habría que reformar la Constitución provincial y distribuir las bancas en la Cámara de Diputados por el sistema D´Hont.
Es así como luego de la volcánica elección de la presidencia de la Cámara de Diputados, que recayó en el “rossista” Luis Rubeo, el peronismo quedó fraccionado en casi una decena de sub-bloques que en teoría forman parte de los 27 del “bloque grande” del FPV, pero en la práctica se comportan como patrullas independientes que responden a sus caudillos políticos: Agustín Rossi, Jorge Obeid, “Cachi” Martínez, Omar Perotti, Alberto Maguid, María Eugenia Bielsa y la Casa Rosada. Por si no fuera suficiente sangría, ahora se suma la escisión de la diputada Erica Gonnet que reporta al Secretario de Transporte de la Nación Alejandro Ramos.
Indudablemente Antonio Bonfatti logró en tiempo récord lo que su mentor Hermes Binner no pudo conseguir en cuatro años: que se debatiera la reforma tributaria, y esté a punto de salir casi como quiere el gobierno con el peronismo gobernando ambas Cámaras parlamentarias. Todo gracias a la boleta única que desnudó las profundas diferencias ideológicas que anidan en el peronismo y que prácticamente vomitaron uno y otro sector en pugna el pasado jueves en la Legislatura: “algunos dicen ser kirchneristas en Capital Federal y cuando cruzan el Arroyo del Medio responden a las presiones de las corporaciones” (le faltó decir “neoliberales”) disparó el Presidente de la Cámara de Diputados Luis Rubeo, momentos después de postergar la sesión por una semana para evitar mayores estragos.
Paralelamente, en nuestro Salón de los Pasos Perdidos vernáculo, los líderes de la rebelión Mario Lacava y María Eugenia Bielsa acusaban lisa y llanamente a Rubeo y su gente de “apañar el impuestazo de Bonfatti”, con rebuscados argumentos políticamente correctos que intentaban ocultar la verdadera intención de quienes se opusieron a tratar el dictámen de mayoría: asfixiar financieramente a Bonfatti.
Ya suena indolente a esta altura decir que “tenemos que direccionar los recursos que le vamos a dar”; ó “aún no nos respondieron en que gastaron la plata”. Si los diputados que responden a Obeid, Perotti y la propia María Eugenia Bielsa y su grupo consideran que no hay que otorgarle más recursos al socialismo porque los despilfarra, que hagan la “Gran Cachi Martínez” cuyo bloque lisa y llanamente no votará la reforma porque entiende lo mismo.
Dicho sea de paso, en horas de la mañana del jueves, Lacava y Bielsa estuvieron a punto de emular a Martínez, quien en su momento denunció públicamente un no especificado pacto entre los senadores peronistas que votaron la reforma tributaria y el Poder Ejecutivo.
Finalmente y ante la amenaza del propio presidente del PJ José Luis Freyre de renunciar al cargo si se concretaba la conferencia de prensa, los convocantes desistieron; pero no se privaron mas tarde de sembrar suspicacias al respecto.
Cristina puso las cosas en su lugar.
Mientras nuestra Casa de las Leyes era escenario de severas acusaciones cruzadas entre peronistas, la Presidente de la Nación Cristina Fernández, anoticiada de los hechos “por mi presidente de bancada Agustín Rossi”, en teleconferencia con el Gobernador Antonio Bonfatti lo ponía en autos aclarándole que lo respetaba como Gobernador “federalista”; a la vez que le hacía saber que ni ella ni su gobierno se entrometen en su gestión haciéndole saber que “la Presidente no manda emisarios, cuando tiene algo que decir lo dice".
La Presidente se refería al documento elaborado por el Ministerio de Economía (anticipado hace cuatro semanas por este Diario) que traza pautas para que los diputados del FPV discutan la reforma tributaria (y que no deja bien parado, de paso, a los senadores peronistas) que el Secretario de Transporte Alejandro Ramos bajó vía su diputada Erica Gonnet hace dos semanas.
Ramos quedó descolocado ante los dichos presidenciales; sobremanera porque en estas páginas anunciamos sobre fines de Julio que el joven aspirante a la diputación nacional para el año que viene (y, porque no a la Gobernación en el 2015) había advertido – supuestamente en nombre de la Presidente - en una reunión del Foro de Intendentes que “si Bonfatti entra en problemas por falta de fondos, los únicos responsables por no darles los recursos (ergo, la reforma tributaria) que necesita serán ustedes”.
El “documento Lorenzinos”.
El documento del Ministro Lorenzinos existe (de hecho está en nuestro poder) y está caratulado como “Análisis del proyecto de Reforma Tributaria, Nueva Propuesta y otros Temas de Interés”. Abunda en gráficos comparativos que ilustran la situación financiera de la Provincia y analiza el proyecto de reforma enviado por el Poder Ejecutivo y lo votado en Senadores y sugiere los pasos a seguir en materia de Inmobiliario Rural, Urbano y finalmente en relación con los Ingresos Brutos, el Ministerio de Economía de la Nacional pide “tratar de evitar un aumento en la presión tributaria de Ingresos Brutos por sus efectos regresivos y traslado al consumidor final, desalentando el consumo en el contexto de menor ritmo de la actividad económica”.
Lo que se votará el jueves, ¿en ambas Cámaras?
El dictamen aprobado entre el miércoles y el jueves pasado en las Comisiones de Asuntos Comunales, Presupuesto y Hacienda y Constitucionales, no está en consonancia con las sugerencias de Lorenzinos y su equipo, y difiere en algunos aspectos del sancionado por los senadores. Básicamente en el cobro del 0.5 de Ingresos Brutos a las industrias que facturen mas de 80 millones de pesos (unas 60 en total, exceptuando las alimenticias y las cooperativas y recuperadas que comenzarán a tributar a partir de los dos millones y medio de facturación) que le dejarían a las arcas provinciales poco mas de 25 millones de pesos (del cual el 13% se coparticipa con municipio y comunas).
También el dictamen que seguramente será aprobado el jueves contempla para el inmobiliario rural nuevas valuaciones por zona con una base imponible del 120% y básicamente vuelve a su estado original la Ley de Unidades Económicas Agrarias con lo cual beneficiarán a los pequeños productores de 50, 60 Has.
Un punto que los autores del despacho a tratar quieren resaltar está relacionado con el Inmobiliario Urbano, en el cual las cinco primeras categorías (medias y medias bajas que representan el 65% del padrón) no tendrán aumentos.
A contar los porotos.
En cuanto a los pregonados “consensos” entre los diputados peronistas en pugna para el tratamiento el jueves 13 del único dictamen existente, a esta altura sería mas sencillo lograr un abrazo entre los barras boqueases Di Zeo y Martín, motivo por el cual al FPCyS (espectador de lujo en pullman de todo lo acontecido) tendrá que hacer las cuentas de votos propios y extraños que le dan ampliamente a saber: a los 15 diputados del FPCyS deberán sumar los del FPV sector “Rossi-Rubeo” (que sufrirá la baja de la diputada Erica Gonnet, pero se le añadirán Ricardo Olivera, Héctor Acuña y Patricia Gazcué) con lo cual obtendrían la mayoría sobre los votos negativos de 100 % Santafesino; los que responden a María Eugenia Bielsa; Lacava-Obeid y Mirabella Cristiani.
Unión Pro Federal (que acaba de perder a la Diputada Miriam Cinalli) firmó el dictamen y aprobará en general.
Por lo tanto, las negociaciones de Rubeo & Cia están centrada con los senadores peronistas para que acepten las modificaciones a la media sanción del 13 de Julio que a su vez había descuartizado lo enviado por el Poder Ejecutivo que de todos modos resignará la mitad de lo que pensaba recaudar cuando elaboró la reforma tributaria.
Para compensar los menores ingresos, Bonfatti necesita que Senadores (y luego Diputados) le dé aprobación inmediata al pedido de endeudamiento de 500 millones de dólares para obra pública, liberando así los menores ingresos por reforma tributaria para destinarlos a los gastos corrientes que se comen el 91% del presupuesto.
Mientras, el peronismo deberá buscar urgente la manera de no seguir actuando de manera fraticida. Trabajo de sesión para su Presidente, el psicólogo José Luis Freyre.
Desde Santa Fe, 09 de septiembre de 2012
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