por Guillermo Cherashny
Éste marcó la crisis de confianza llegando a $ 10,45.
El proyecto de ley de blanqueo que el gobierno anunció anteayer con bombos y platillos no tendría efecto alguno práctico para bajar el blue.
Además, el posible refuerzo a las reservas del Banco Central que implicarían las nuevas medidas no superaría los 1.500 millones de dólares. Una cifra insignificante, visto lo que viene ocurriendo desde la semana pasada y en lo que va de esta. O sea, una fuga al exterior de US$ 500 millones semanales por dos vías: el dólar blue y el contado con liqui. Desde la semana pasada la cotización se disparó y tiene que ver con las salidas de los pesos de los bancos, de las cajas de ahorro y cuentas sueldo para comprar dólares blue. Y en cuanto a la magnitud de la fuga de los depósitos a plazo fijo, todavía no se puede determinar claramente. Aunque el costo del call money -el dinero que se presta entre bancos- ya pasó el 20%. Buena parte del público que tiene depósitos a plazo fijo sabe que está perdiendo valor por la caída del peso, pero no se decide a pasarse al blue, porque lo ve demasiado alto. No obstante ello, muchos de ellos lo compran, porque hay serios temores de que los bancos se queden sin efectivo y no devuelvan los depósitos. Por eso al vencimiento de los mismos buscan el blue o algunos de los bonos argentinos nominados en dólares pero que se compran en pesos. Hasta ahora no hay un retiro masivo de depósitos a plazo fijo, que significaría que a la actual la corrida cambiaria se le sumaría una corrida bancaria que puede producir una crisis terminal.
El lento deterioro
El pronóstico más razonable sigue siendo el del rodrigazo en cuotas y una lenta y agobiante profundización de las inconsistencias del modelo económico.
La pérdida de confianza del público y de los inversores en el gobierno es importante y los que poseen dólares sin declarar en las cajas de seguridad tienen temor a blanquearlos a través del BADE, el Bono para el Desarrollo Energético. Éste pagará una renta de solo el 4%, cuando hay otros bonos que pagan el 13% en dólares. Entonces predomina la idea de dejar los dólares en las cajas de seguridad, pero con el temor que el gobierno vaya detrás de ellos y obligue a sus dueños a pagar el 33% del impuesto a las ganancias. En tren de versiones, también se habla de una eventual imposición del gobierno a los que tienen dólares en las cajas de seguridad para que los cambien a la cotización oficial de 5,20. Guillermo Moreno les ordenó a los presidentes de Piano y Puente que bajaran el blue entre 6 y 6,50 pesos, lo cual se convirtió en imposible. El nuevo blanqueo, basado en la imperiosa necesidad del gobierno de obtener dólares, será ahora un test bastante rápido. Si en los primeros 15 días de vigencia de la ley no aparece un flujo importante de personas jurídicas y físicas a blanquear sus dólares negros la pregunta vendría sola. ¿Cuál sería el próximo paso del gobierno para hacerse de dólares? En este menú figuran el avance sobre las cajas de seguridad y la confiscación de las multinacionales mineras que exportan 6.000 millones de dólares por año. Finalmente, una de las críticas más fuertes al plan de blanqueo la recibe el CEDIN, el bono de color verde para reactivar el mercado inmobiliario. Parece difícil que el dueño de una casa o departamento lo venda y reciba a cambio los CEDIN. Éste sería una cuasimoneda nominada en dólares que va a cotizar por debajo de la paridad. En realidad, mientras el Central emita al 40% anual y los adelantos transitorios al 80%, las reservas se irán perdiendo todos los días, aunque todavía el gobierno tiene bastantes. La amenaza de una corrida bancaria todavía está lejana.
mayo 9, 2013
Informador Público
No hay comentarios:
Publicar un comentario