Por Juan C. Sanahuja
La perversión de los menores. Sexocracia internacional y cipayos locales. Los que apoyan el Marco Rector.
El 2 de octubre pasado, con motivo de la concentración en defensa del matrimonio y la familia que tuvo lugar en Asunción, la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Instituciones Educativas del Paraguay (FEDAPAR) dio a conocer un comunicado rechazando el Marco Rector Pedagógico para la Educación Integral de la Sexualidad, elaborado por funcionarios del gobierno y representantes de la sexocracia internacional, el cual está a estudio del parlamento paraguayo y que constituye un plan de supresión de las verdades de orden natural.
El Marco Rector es un programa de políticas para implantar la perspectiva de género, que introduce el reconocimiento social y jurídico de la homosexualidad; implanta la llamada salud sexual y reproductiva (aborto, anticoncepción, esterilización); fomenta la banalización del uso del sexo en los adolescentes; revoca los derechos-deberes naturales de los padres a la educación de sus hijos, etc., conformando un conjunto de medidas tendientes a pervertir a los menores de edad en las escuelas. “La educación de la sexualidad, así como la formación en derechos humanos y otros temas que afectan directamente la construcción de la ciudadanía no pueden quedar reducidas al ámbito privado de la familia”, dice el texto.
La perversión de los menores
El documento insiste en la concepción de la sexualidad propia de la perspectiva de género: “La perspectiva de género (…) no se refiere exclusivamente a los conceptos de mujer y/o hombres como seres sexuados sino a la construcción social de las identidades que caracterizan a los seres humanos en su amplia gama de posibilidades y complejidades (…) el género es la base de la construcción social de lo femenino y lo masculino, de lo que es permitido y se espera socialmente del ser mujer y del ser hombre, de los roles, espacios".
Como consecuencia de lo anterior, el texto instaura otras nociones deformantes y perversas, "el concepto de diversidad (que) hace referencia al conjunto amplio de conformaciones, percepciones, prácticas y subjetividades distintas que portan los seres humanos. Este concepto se refiere a la multiplicidad de deseos y de modos de resolución en las relaciones afectivas y eróticas existentes en la humanidad”.
En el Marco Rector también se manipula el concepto de discriminación, pudiendo llegar a entenderse que, por ejemplo, la predicación de la moral cristiana o la enseñanza del catecismo de la Iglesia católica, pueden ser perseguidas por la ley, porque incurren en discriminación por orientación sexual.
También es constante en el texto la referencia a la educación en salud sexual y reproductiva y a los derechos sexuales y reproductivos, palabras que son eufemismos de aborto, anticoncepción, esterilización. En el caso de las mujeres, estos términos incluyen la llamada libertad reproductiva, es decir el pseudo derecho al propio cuerpo, y por lo tanto, el pseudo derecho al aborto, por medios químicos o quirúrgicos. Los derechos sexuales y reproductivos también significan la independencia de la mujer con respecto a terceros (el estado, el cónyuge, la familia, etc.) para abortar, esterilizarse, someterse a una fecundación artificial, etc. A su vez, los términos salud sexual-derechos sexuales, incluyen las necesidades psico-afectivo-sociales de los invertidos.
De este modo, es fácilmente deducible que el Marco Rector procura el lavado de cerebro de los niños y adolescentes, inculcándoles la falsa idea de normalidad de la homosexualidad y de otras perversiones sexuales y, además, representa un peligro para la libertad religiosa y la libertad de enseñanza.
Fuentes: Propias; ABC (Asunción); web CLADEM; web UNDP (Paraguay); web PROMSEX.